Un título para mi post*

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Aquí estoy, frente al computador, tal cual estuve ayer como desde las 7pm. Sólo que por razones distintas. Esta mañana me desperté y lo primero que pensé es que escribiría un post, supongo que por desahogo. Sin embargo, al sentarme aquí ni siquiera podía elegir un título para mi post, *por eso se llama así y que me perdone Maie por el semi-plagio.

La razón por la que no pude elegir un título, es que tengo tantas cosas dando vueltas en mi cabeza, con una mezcla de emociones tan intensa, que puedo jurar que nunca la había sentido antes en mi vida. No es que no pude pensar en ninguno, sino que ninguno de los que pensaba era capaz de expresar lo que escribiría.

Ayer, domingo 7 de octubre del año 2012, era una fecha decisiva en nuestro país, por ser el día de las elecciones presidenciales en Venezuela. Lo siento por los que no viven aquí y no saben del todo la situación, pero no tengo ánimos de explicarles. Hoy escribo principalmente para los venezolanos. Salí temprano, hice mi cola en paz por casi 6 horas y ejercí mi derecho al voto, tal cual hice hace 6 años en las elecciones del 2006 y en TODAS las que han venido después que no han sido presidenciales. Pero estas han sido las primeras elecciones en las que me siento profundamente derrotado y devastado con el resultado.

¿Por qué?

Gracias al Sr. Henrique Capriles Radonsky. Esa es la gran diferencia. En la mayoría de las elecciones anteriores, y especialmente en las presidenciales del 2006, yo confieso que he votado "en contra de" y no "a favor de". Yo no voté por Manuel Rosales, vote en contra de Chávez. Y en aquel momento, a pesar de que me sentí fatal por saber que serían 6 años más donde se agravarían nuestros problemas y habrían muchos nuevos (como efectivamente fue), era capaz de comprender a parte del pueblo que no hizo lo mismo que yo. Porque para ser sincero, yo no tenía moral para decirte con convicción que votaras por un tipo que jamás me convenció y que para mí era "el menos malo". Mi mejor argumento era "para salir de Chávez" y  estoy claro que es un argumento muy débil, especialmente en aquel entonces.

Pero este año fue distinto, en todo sentido. Pasamos por unas primarias para elegir el candidato, y luego de escucharlos y leerles, mi mejor opción era Henrique, voté por él, aún con mis dudas. Ganó las primarias y vino la campaña... ¡y que campaña!. Allí fue donde vino el cambio, donde yo, que no me creo las palabras sólo porque sí, vi a un hombre serio, pero con una energía increíble y a quien se le notaban las ganas de hacer algo distinto por nuestro país, alguien que es más que sólo palabras. Se vio el compromiso de ese muchacho y la madurez en su actuar. Nunca cayó en el juego del gobierno e hizo lo que considero era la mejor campaña que ninguna otra persona pudo hacer en nuestro país, y lo consideré, y sigo considerando, el mejor aspirante al cargo de presidente que podía haber en estas elecciones en todo nuestro país, la elección era muy sencilla. Sin embargo, perdimos las elecciones. Y es aquí donde discrepo con Henrique, que tal como comenté en FB, se ha ganado mi respeto y hasta mi admiración, porque dijo que "no hay pueblo derrotado" y que él había perdido, no los más de 6 millones que votamos por él. Lo que pasa es que ese muchacho es un GRANDE, uno de esos que incluso en las palabras finales de este proceso, supo dirigirse al país de la mejor manera posible y dar las palabras justas de aliento que necesitábamos todos anoche. Eres grande Henrique y si, por alguna razón, te llegan estas letras, escribo este párrafo siguiente para ti. Perdonando el tuteo, pero yo pienso como @NeoGabox anoche, que dijo:

"Siento que me habla un amigo dándome ánimos, 
tremendo Henrique Capriles Radonsky..."

"Lo lamento Henrique, yo sí me siento derrotado y sí creo que ese más de 40% del país que votó por ti, perdió junto a ti. Entiendo tus palabras y creció mi respeto, porque prefieres también cargar ese peso sobre tu espalda y dar consuelo a toda la gente que creyó y sigue creyendo en ti. Que conste, yo sigo creyendo que eres EL candidato de esta generación, y el que por toda lógica debió ganar. Creo que si alguien merece estar tranquilo sabiendo que hizo lo mejor que podía hacer, eres tú. Hasta mi hija de 4 años creyó en ti sin entender el asunto, supongo que te escuchó y la motivaste. Y perdón, en serio, porque yo siento que tú no le fallaste a Venezuela, sino que Venezuela te falló a ti. Nuestro país aún no está listo para que gente como tú asuma las riendas. Sobre todo después de estos meses pasados, se hizo evidente ayer que la mitad del país no está listo para lo que tú ofreces, y tal vez no se lo merecen (aunque estoy seguro que tú no lo ves así). Te ofrezco una disculpa sincera. Pero como quien se disculpa por las ofensas que comete un hermano. Con tus palabras y tus actos te ganaste mi respeto incondicional. Tú lograste sacar en mí una esperanza que ni yo sabía que albergaba, y mira que es mucho decir, porque soy muy escéptico por naturaleza. Desde aquí, mis saludos y mi compromiso firme de que tú, y gente como tú, puede contar con mi apoyo para lo que venga. #HayUnCamino."

Por todo lo que escribí antes, es que existe la gran diferencia respecto a procesos anteriores. Esta vez yo sí estaba convencido de que se podía ganar y que debíamos ganar. Que la propuesta de Henrique era la mejor para nuestro país, en las circunstancias actuales. Tenía esperanza de verdad, algo que no tuve antes donde no tenía motivos para creer que podríamos ganar. ¡Yo creí que ganaríamos!. Es por eso que hoy me siento devastado. Venezuela me mostró su peor cara, donde la mediocridad y la miseria han consumido el sentido común hasta el tuétano y donde más de la mitad del país ha caído en la adoración ciega hacia un individuo, demostrando una falta completa de aspiración y ganas de progresar. Mientras otro alto porcentaje sencillamente no le importa, cree que no es su problema y se vanagloria de ello; lo que me parece incluso peor. 

Yo aposté por un futuro mejor, por mí, y por mi hija, que a pesar que no entiende (afortunadamente), este peo ni tiene responsabilidad sobre él, tenía su granito de ilusión en "el hombre bueno", que en la cola para votar me preguntaba por Henrique y cantaba "se ve, se siente, Capriles presidente" y yo no le hablo de política. Ahora debo buscar las palabras para acabar de forma suave con su pequeña pero hermosa ilusión y explicarle algo que ni yo soy capaz de entender ni aceptar del todo por el momento.


Hoy, más que nunca, veo a esos en la calle celebrando, como hermanos. Pero como a ese hermano del que te sientes profundamente decepcionado, por el que bajas la mirada al saber que tiene parentesco contigo y que no cae en cuenta de sus profundos errores. Ese hermano por el que casi pierdes la esperanza y sientes todo el peso de la impotencia por no encontrar una forma de ayudarle, porque no quiere ser ayudado. Pero principalmente, ese hermano que con su actuar, no sólo se hunde, sino que me hunde a mí con él. Ese que ya casi cruza la última línea hacia cualquier forma de perdón de mi parte.

Esta foto es mi prueba, la que le mostraré a los que se abstuvieron sobre todo, de que yo sí cumplo con mi deber. Votar no es sólo un derecho, es un deber, lo diga o no la constitución. También es la que les mostraré a los chavistas que se quejen en algún momento de los problemas del país en los años venideros. Y les diré "Yo quise un cambio, ustedes lo impidieron".

Del resto, mientras me preparo para salir a trabajar, con el corazón encogido, un nudo en la garganta, lágrimas que no he soltado pero que van por dentro, y una incertidumbre terrible, y agotado. Porque pienso como Maru:
"El 7 de Octubre del 2012 viví todos y absolutamente todos los estados de animo que puede experimentar un ser humano. Pase de la felicidad mas inolvidable a la desolación absoluta ... con todo in between."
No se confundan, yo no me rindo ni he de bajar la cabeza ante lo que se que está mal, sólo que esta batalla se ha llevado algo de mí, que no se si pueda recuperar.

Lo que se es que, hoy como nunca, vivo en un mundo donde lo "Ilógico de lo lógico" se ha hecho evidente.

Que tengan un buen día...

Elegir no es tan difícil.

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Esta semana casi monotemática con el tema de las elecciones. Yo no espero convencer a nadie, quisiera, pero no lo espero. Está claro que casi todos sabemos por quien vamos a votar y nada de lo que diga otra persona nos hará cambiar de opinión. 

Sin embargo, ejerciendo mi derecho a expresar mi opinión, aquí tenemos 2 opciones muy claras. Casi que 2 mitades de país. Una parte viene haciendo lo mismo desde hace muchos años, fomentando el odio hacia la disidencia y todo aquel que no le aplauda; de hecho, siempre llamándoles por sobrenombres y en tono despectivo toda clase de insultos. Ofrece... bueno, seguir igual. 

De ganar, él y todos sus seguidores están despreciando y excluyendo a prácticamente la mitad del país, tratando con odio y resentimiento a gente que tiene los mismos derechos de vivir aquí.

La otra parte, no insulta a nadie, ni a los seguidores de otro bando, ofrece un cambio, y hay un cambio al menos en la forma de dirigirse hacia aquellos que lo siguen o no lo siguen. Eso lo pueden verificar los chavistas que han estado cerca de sus concentraciones. Ve a nuestro país como uno sólo y donde todos tenemos derechos independientemente de si eres de una tendencia política u otra.

Uno llama al odio, al irrespeto, a la muerte, a la guerra, a dejar de lado los problemas y a seguir estancados sin avanzar.
El otro llama al respeto, a la unión, al trabajo, a resolver los problemas que nos aquejan a TODOS y a construir un cambio juntos, porque hay un camino.

Uno dice "YO soy Venezuela".
El otro dice "Yo soy DE Venezuela".

¿Es tan difícil elegir bien?.

Hay que preguntarse, ¿queremos para siempre un país dividido, con 2 mitades repudiándose entre sí y culpándonos mutuamente por los problemas que nos afectan a TODOS?. Creo que es fácil elegir la mejor opción entre alguien que siempre busca culpables y no soluciones, ante alguien que ofrece soluciones y un futuro mejor. 

Yo votaré por Venezuela, y lo que creo es mejor para ella, pues es mi país. Aquí vivimos todos.

Que tengan un buen día.