Muchas veces en mi vida comienzo a analizar todas aquellas cosas que me rodean y que me son, hoy en día, tan naturales como si hubiera nacido con ellas debajo del brazo. En principio, pensé en escribir un resumen de todas aquellas cosas a las que estoy totalmente acostumbrado al punto de no poder (o no querer) vivir sin ellas. El problema es que son muchas cosas, y para que me entiendan tengo que explicarme un poco; sino pensarían que soy un exagerado.

En vista de lo expuesto anteriormente, he decidido hacer un post individual para cada una de esas cosas tan elementales y fundamentales en mi día a día, y explicarles las razones por las cuales mi vida no sería lo mismo si no existieran.

Comenzaré con la más básica de todas (si, ya sé que dirán que soy exagerado), y una de las que más me importan... nada más y nada menos que el Mp3. No me refiero a un reproductor en particular, sino al formato, a ese que nos permite grabar MUCHAS canciones en un espacio relativamente pequeño (Ipod, Reproductor Mp3, celulares, etc.), al simple hecho de que hoy en día podamos ver la extensión de archivo ***.mp3.

Ya comenté en un post anterior que lá música forma parte integral de mi vida, no podría concebir mi existencia sin la música. En función de esto, es imperativo que adonde vaya debo llevarla conmigo, sino siento que me falta algo.

Recuerdo que cuando estaba en el liceo, tenía un walkman, y andaba para arriba y para abajo con los casettes que me gustaban. Si me gustaba una canción, me pegaba a la radio todo el día hasta que la pasaran e inmediatamente oprimía los botones para grabar. Así era mi vida en esa entonces, y era feliz. Luego al salir del liceo, cuando trabajaba en Mc Donald's (si, también fue mi primer trabajo), me habían regalado un discman y estaba en la gloria, con mi "aparatito" (aparatitos los de ahorita), igualmente con los cd's de turno. Una vez hice un viaje de Maturín a Maracaibo (unas 20 horas aproximadamente) y creo que 1/4 de mi equipaje estaba repartido entre baterías para el discman y cd's. Y era feliz!

Así vivía yo, antes del mp3... fueron bueno tiempos, no lo niego, pero si me dijeran ahorita que tengo que regresar a eso, creo que lloraría. Me acuerdo lo mucho que pedí, para mi cumpleaños N° 20 un reproductor Mp3. No porque estuvieran de moda, sino porque era justo lo que desde siempre había necesitado. En esa entonces ya estaba en la universidad y en vista de que no podía andar super cargado, tampoco podía llevarme el discman (si no llevaba ni bolso, sino el cuaderno en la mano y un koalita) . Mi padre me lo regaló (no saben lo feliz que me hizo, aún guardo la cajita con lo que me escribió) y me parecía tan GENIAL que no tuviera que estar cambiando casettes ni cd's, simplemente al salir de casa llenaba mi Reproductor Mp3 con lo que quería escuchar en ese momento (era de 256MB, y cabían unas 100 canciones) y me iba con el aparatito guindando en el cuello y mis audífonos. Tenía una amiga que pensaba que estaba loco 'e bola porque según ella hablaba sólo, hasta que se dio cuenta que no "hablaba" sino que iba cantando lo que escuchaba en ese momento (por si se lo preguntan, aún hago eso).

Desde ese momento mi vida cambió, aquel reproductor ya no existe (mi hermano se encargó de ello) , pero luego vinieron los celulares con reproductor Mp3 incorporado y memoria expansible y voilà, mejor imposible (el celular es otro de los artículos que luego comentaré). En el sountrack de la semana anterior comentaba lo importante que es para mí la música y las cosas a las que tengo que enfrentarme cuando salgo a la calle. Es por esas razones, además del simple hecho de que ME EN-CAN-TA la música que el Mp3 se ha convertido en un artículo de primera necesidad para mí. En especial al abordar el transporte público que me bombardea con reggaeton, vallenatos y bachatas todo el tiempo; no saben lo agradable que es para mí poder ir escuchando mis canciones favoritas gracias a mi celular. Le hace mucho bien a mi mente, a mi cuerpo, ayuda a aliviar el estrés, a soportar mejor la presión, a poder sonreír y sentirme feliz aún cuando en el exterior esté el ruido insoportable de este pueblo y su gente. Es como estar, definitivamente, en mi propio mundo, aunque me llamen loco; total, ni que me importara.

Por esas razones antes mencionadas es que me pregunto muchas veces ¿Cómo hacía para vivir antes del Mp3? No lo sé, pero... LARGA VIDA AL MP3!!! (o hasta que salga algo mejor).

Que tengan un buen día ;)

Enero 2008