The Kids Aren't Alright

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Ah... los niños! que lindos todos y llenos de sueños, esperanzas y ganas de vivir (al menos la mayoría). Lamentablemente los mismos niños que nos recuerdan los motivos para seguir adelante son los que se están quedando sin un adelante al que ir.

Recuerdo cuando yo era pequeño (algunas personas opinan que esa etapa aún no ha pasado del todo), tenía muchas ganas de crecer, ser profesional, mejorar continuamente, disfrutar mi vida y tener una bella familia (sí, yo de chico pensaba en esas cosas). Lo bueno era que en aquel entonces muchos de mis sueños tenían oportunidades de volverse realidad. A medida que fui creciendo me fui dando cuenta de que, si bien las cosas no eran tan fáciles como parecían en un principio, dificilísimas o imposibles no eran, por lo que continué adelante y bueno, por aquí ando con unos cuantos años más, viendo con tristeza, arrechera y dolor como los niños de ahora no tienen esa misma oportunidad que yo.

No hablemos de delincuencia, ni de competencia profesional ni de como han cambiado las cosas en los últimos 20 años aproximadamente. Eso ha sido global, pero mis sueños eran (y siguen siendo) ¡¡¡VENEZOLANOS!!!. Yo quería crecer en esa Caracas con su Plaza Bolívar llenas de palomas y niños corriendo entre las mismas con cotufas en las manos, que luego esos niños bien pudieran ser mis hijos mientras que yo los observaría desde el banquillo más cercano sonriendo. Luego, al salir de Caracas, quería volver, y si no, por lo menos que mis hijos crecieran teniendo las mismas oportunidades que yo, de soñar y poder luchar por sus sueños.

Lo triste de este asunto es que ahora se hace muy difícil soñar en Venezuela, ya que el futuro es tan incierto y tan poco prometedor, que muchos de nosotros sencillamente aferramos nuestras esperanzas a que cierto personaje de "por ahí" desaparezca de la forma que sea, "y luego vemos". Siendo sinceros, ¿podemos pensar en un futuro tranquilo y feliz sin antes salir de este problema?, NO! porque sencillamente se quiere imponer en nuestro bello país un (anti) modelo en el cual la máxima aspiración en la vida de cualquiera es ponerse una franela roja, una gorra de igual color y salir a la calle a "luchar por la revolución". Una revolución que se lucha callando y aceptando sin chistar las órdenes de 3 pelagatos (bueno, uno sólo en verdad) que se creen con derecho a decidir el camino de millones de personas sólo "porque sí", y sólo porque los han dejado hacer.

Con ese pronóstico tan poco prometedor, y con un sistema educativo creado intencionalmente para ser completamente inservible (de eso hablaré luego, aunque me quieran callar), ¿qué puede motivar a nuestros niños a seguir adelante, a soñar, a luchar por las creencias que se forjen en el camino de sus vidas y no las que les quieran imponer?. ¿Pueden nuestros pequeños imaginarse siendo adultos, trabajando bien como papá y mamá, cuando el ejemplo que ven de los padres es sentirse amenazados por todos los abusos que comete día a día el gobierno? ¿cuando papá y mamá no sueñan mucho más allá de salir de este problemón?. Yo no lo creo, sinceramente no lo creo, porque debo confesar que a mí cada día me cuesta más soñar en un buen futuro en este país, ya que siento que estamos en arenas movedizas hundiéndonos cada vez más y a ritmo acelerado con el gobierno tratando de pisar nuestras cabezas. Y si a mí me cuesta soñar, me cuesta mucho tratar de enseñarle a soñar a mi chiquita.

Pareceré pesimista, pero no es así, yo quiero a mi país y hasta que la última oportunidad no se haya acabado yo seguiré luchando y soñando con una patria libre. Pero es en lo único que sueño sin problemas, porque del resto (trabajo, casa, carro, disfrute, comodidades, negocios, etc.), no tengo planes profundos, ya que todos están sujetos a la premisa de que salgamos de este rollo primero.

Creo que ustedes lo saben y lo tienen presente, pero es importante recordar que cuando elegimos el rumbo de una nación votando o dejando de votar por alguna opción en particular, no sólo estamos decidiendo por nuestras vidas, sino por las vidas de todos esos que aún no pueden hacer valer sus propias elecciones. Creo que al elegir algo, siempre debemos ser conscientes de que esa decisión afecta a nuestros hijos y a cada uno de los niños de este país, es decir, lo más sagrado que tenemos y debemos proteger a toda costa.

Por allí viene una nueva Ley de Educación, donde, entre otras cosas (negativas todas), la educación será socialista, para eliminar de una vez el peligro que supone que los jóvenes puedan tener una corriente distinta de pensamiento, y aprendan a acatar lo que se les mande y punto. Pero nosotros ¿qué estamos haciendo? acatando también, enseñando a los más jóvenes que esa es la forma de hacer las cosas. Lamentablemente es la forma más errónea que existe.

No dejemos que nos sigan pisoteando VENEZUELA, no hagamos la vista gorda ahora que podemos aún hacer algo, porque sino llegará un momento en el que ni siquiera se pueda escribir un post al respecto de las manos de un residente Venezolano.

Les dejo una canción que estaba escuchando y que le dio título a este post, que será Soundtrack de la Semana también. Una banda que me gusta bastante y una canción definitivamente excelente.

Título: The Kids Aren't Alright
Artista: The Offspring
Álbum: Americana



No es exactamente una canción sobre lo que traté mayormente en el post. Pero es acerca de los niños de ahora, que realmente no están bien. Si nosotros no hacemos algo, ¿quién lo hará si somos nosotros los responsables de la próxima generación?.

"...What the hell is going on?
Cruellest dream, reality

Chances thrown, nothing's free
Longing for,used to be
Still it's hard, hard to see
Fragile lives, shattered dreams...
"

Que tengan un buen día, y recuerden: NO a la Ley CDM!!! NO a la nueva Ley de no educación!!!

P.D.: Hoy a las 9:30 presento el condenado trabajo, por fin me libero de la univ!

Comments (4)

Hola, paso a saludar... estuve super full el fin de semana y no he leido nada...
Saluditos! se ve ineteresante tu post...I will be back!

Viejo, anoche un libro me secuestró hasta muy tarde, así que hoy me levanté tarde (hace como 15 minutos). Te imaginarás que no voy a tu tan publicitada y ansiada presentación como te había dicho, pero te puedo ver más tarde pa' que me eches los cuentos.

Éxito!

Es triste que nos quiten las ganas de soñar. Un beso.

Desde luego, es el momento de pelear, luego será demasiado tarde...
Salud