Esto viene siendo más que todo un recuento de uno de esos días que si en el futuro no recordamos resulta hasta mejor.

Empezó desde el viernes, todo normal, trabajo, rutina y bla bla bla el día entero. Al final de la tarde fui donde Mariale a echar broma un rato mientras esperaba para buscar a mi hija y su mamá en casa de la abuela. Pasado un buen rato allí conversando, teníamos en pantalla éste post, con la foto de la cerveza justo en frente. Como cosa rara (y no es ironía), le pregunto a Mariale si no quiere una, porque el calor estaba fuerte y no caía mal, y decidimos ir a comprar UNA para cada uno.

Después de haberlas comprado, seguí manejando para ir a un "supermercado" del que me informaron (mal) que tenía azúcar y margarina decente. En el camino cruzo hacia la derecha en una calle y hay cola, por lo que pienso simplemente "damn it! cola!", así que lo tomamos light y espero tranquilo aproximadamente unos 10 segundos cuando siento un golpe cercano, un ruido fuerte y un movimiento brusco que me desconcertó momentáneamente. Aunque suene tonto, al principio pensé que podría ser alguna explosión de algo, un temblor o no se qué, e incluso miro hacia el carro que tenía delante a ver que pasaba. Cuando vi que ese se movió del sitio sin problemas y veo hacia atrás es que me doy cuenta de la terrible realidad: ¡Nos han chocado!, CRASH!.

No es la primera vez que me chocan, y sí, como suena ME chocan porque jamás yo he chocado a nadie. La primera vez fue peor porque fue más fuerte (quedé a 31m del lugar del impacto), y el carro fue pérdida total. Pero eso no quiere decir que ésta vez le dieron un toquecito al carro, NO!, igual fue un choque fuerte donde estoy todavía sorprendido de que no haya impactado contra el que estaba delante de mí. Pero lo que hace el choque del viernes mucho peor que el de hace unos años, es sin duda, la forma como sucedió.

Estábamos en una calle, justo después de cruzar hacia la misma, unos 15 metros máximo después de la entrada, donde obligatoriamente hay que recortar la velocidad para entrar, prácticamente ESTACIONADOS en la cola; mi carro tiene sus buenas luces traseras y es BLANCO (sí, lo sé, ironía cuando yo me visto de negro), Y ME CHOCAN! FUERTE!. ¿Cómo demonios lo hizo?, ¿cómo se puede ser tan... tan... tan... (uff! no tiene palabra)?. Al bajarnos, afortunadamente el tipo que iba conduciendo, junto con sus acompañantes, no se comportó estúpidamente como suele hacer la gente de aquí, que se ponen agresivos y pendencieros. Por el contrario, trató de llegar a un acuerdo conmigo para pagar los daños, pecando de iluso pero lo hizo. Como no hubo forma de comunicarse con tránsito, decidimos resolver eso personalmente, firmando una declaración conjunta, que de acuerdo a las normas es lo que debe hacerse en caso de que tránsito no actúe, aunque no en casos tan grandes, pero al ser de noche, en una zona oscura y cercana a algunos barrios peligrosos, mejor que fuera así.




Mi pobre carrito quedó así: -------------------------------------->





¿No les parece una injusticia que alguien como yo, que no maneja mal, no se pasa las luces de los semáforos, utiliza las luces de cruce apropiadamente, no excede la velocidad, cede el paso cuando lo amerita la situación, guarda la distancia prudencial entre un vehículo y otro, etc.; sea víctima de un choque? y sobre todo de uno tan estúpido como ese y tan fuerte. Ahora tendré que pasar un tiempo sin carro y sufrir incomodidades esperando repuestos y por talleres. Afortunadamente está asegurado, ya que en éste caso no aplica lo de "En casa de herrero, cuchillo de palo", yo sí tengo todos mis seguros necesarios, pero igual la incomodidad innecesaria me toca sufrirla.

De ñapa, al llegar a mi casa (sin azúcar ni margarina), con un dolor de cuello y de cabeza horrible, me tomé una pastilla para el dolor de cuello y mi hermano me puso una inyección de un complejo "B". Al rato, como sentía que la cabeza me iba a estallar, me tragué un Atamel, comí y me puse a ver una película para dejar de pasar en el incidente. Terminó la película y ya no me dolía ni el cuello ni la cabeza, me levanté y fue al cuarto con el aire acondicionado; pero no pude pasar ni minutos allí pues comencé a sentirme mal, me dio frío y no se que más pero temblaba como si me hubieran dejado desnudo en el polo sur sin poder contener bien el temblor de la mandíbula. Me tomaron la tensión, me arropé y fue cuando mi madre se dio cuenta que me había tomado 2 pastillas, la del dolor de cuello y el Atamel, y resulta que esas bajan el azúcar. Como fueron juntas al parecer no me hicieron mucho bien que digamos, así que me tuve que tomar un vaso de azúcar con agua (que horrible fue eso) y se me pasó el malestar.

Así que entre otras cosas, en eso fue mi interesantísimo finde, ¿no me envidian?

Que tengan un buen día ;)