Creo que el título lo dice todo, o al menos casi todo. He tenido un día normal, de hacer algunas compras en un supermercado no tan infernal como el primero al que fui. De tomarme una cerveza, aunque no me gusten, para aplacar un poco el calor que estaba haciendo estragos en mí al regresar de comprar. De ver películas en la sala de mi casa y... de pasear por allí, sin rumbo fijo, como solía hacer en mis tiempos de chico universitario.

Salí en la noche un rato a llevar a la niña y a su mami a casa de la abuela (de la niña claro). Pero como no soy muy fan de quedarme allí, pues me dedicaría exclusivamente a sentarme en una silla mientras observo como se mueven las manecillas del reloj, suelo huir ir a casa de algunas amistades que viven relativamente cerca de allí hasta que se hace la hora de ir a buscar a las chicas.

Resulta que hoy, ninguna de esas amistades estaba disponible, todas por la misma razón. Estar apechugados es más interesante que hablar pajita un rato, eso para los que estaban apechugados. Al resto, probablemente es que no les dieron permiso de moverse un centímetro de donde se encontraban. Aún así, decidí ir a casa de uno de los que entran en la última clasificación, para visitar al menos a su familia que siempre me han tratado como si fueran la mía. No estaban todos, pero al menos saludé y pasé un rato agradable, pero se acabó más rápido de lo que pensé, lo que me dejó con unos 40 minutos disponibles para hacer "algo" que matara el tiempo.

Ante la imposibilidad de visitar a alguien más (que me interesara al menos visitar), me dediqué a pasear por la zona que antes constituía "mi patiadero" como le dicen aquí. Antes vivía por la zona, hace unos 3 años atrás aproximadamente, aún me conozco todas las calles y veredas que solía frecuentar, queda relativamente cerca de la universidad por lo que la gran mayoría de las veces, al menos los primeros 2/3 de la carrera, me iba caminando. Entenderán que es lógico que me conozca todas las callecitas, dado que la Av. Principal no es una opción cuando uno trata de buscar la máxima sombra posible.

En ese último tercio de la carrera, usaba un carrito que mi padre tenía, en el que aprendí a manejar, y que me dejaba usar para ir a la univ y otras diligencias porque era responsable, y porque salía todos los días a las 10pm. Era un poco tedioso ir a buscarme, y les daba como miedo que me fuera sólo porque es algo peligroso a esas horas. Para mí mejor, usaba el carro, y así no tenía que cargar con todo el bromero encima, podía usarlo como una especie de casillero y dejar lo que no me fuera necesario para la siguiente clase.

Por esos días, solía, eventualmente, deambular sin rumbo un rato, cuando salía temprano de clases. No buscaba nada, sino que paseaba por la zona, disfrutando del frescor nocturno y pensando en todas las cosas que me vinieran a la mente, sin música (raro en mí). Entre otras cosas, eran esos los momentos en los que me hacía un autoanálisis, para ver las cosas que había logrado y las que me faltaban, lo que quería y lo que no, y sobretodo, las cosas que pretendía hacer a partir de ese momento. Pensaba muchas cosas, algunas loqueras también, componía canciones que luego nunca recordaba, soñaba despierto; en fin, eran buenos momentos.

Después de terminar las materias y comenzar a trabajar de lleno, a pesar de tener carro muchas veces, jamás lo repetí ni nada similar... hasta hoy. Esos 40 minutos fueron de gastar gasolina y cauchos, pero de hacer algo que no hacía desde hace tanto. Lo disfruté, por supuesto, pero aproveché de hacer mi autoanálisis, que no les contaré todo lo que pensé porque multiplicaría el largo del post como por 20. Sin embargo me di cuenta que hay muchas cosas que ahora debo hacer, y muchas otras que no. Tranquis que no abandono el blog.

Pensé bastante, había olvidado lo bien que me pega la soledad de tanto en tanto. Recuerdo ahora que también tenía mis momentos de caminar bastante y pensar en mis cosas, pero hace mucho que tampoco lo hago. He perdido esas costumbres, que me gustaban. Está claro que con el pasar del tiempo las cosas cambian, quedan algunas cosas, otras se van y otras se paralizan temporalmente. Quiero volver a eso, a algunas de las cosas que solía hacer y ahora he permitido que la "fucking" rutina me las arrebate mientras yo me limito a mirar. Lo haré, estoy seguro.

Creo que es normal recordar a veces el pasado con nostalgia, me pasa de vez en vez, como a muchos. Creo que es normal querer estar solos por ratos, eso nos ayuda a escuchar esa voz que nos habla por dentro, que por lo general no escuchamos por escuchar los ruidos del mundo.

Bueno, no sigo porque sino el post me dará hiperlargo. Esas son parte de mis reflexiones domingueras, de esas que me hacían falta. Cualquier cosa, si algo de lo que escribí, les lleva a pensar que estoy algo loco, díganlo, de repente me confirman lo que ya pienso jejejeje.

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Punto y aparte de lo que escribí antes, les dejo el Soundtrack de la Semana, que no requiere mucha explicación con toda esa verborragia que está allá arriba.

Título: All Good Things (Come to an End)
Artista: Nelly Furtado
Álbum: Loose


ALL GOOD THINGS (COME TO AN END) - Nelly Furtado

Podría dejarles alguna parte de la letra, pero es que con todo lo que está allá arriba, más todo lo que pensé y no escribí, creo que debo ponerla toda, pero que conste que lo que más me resalta en estos momentos, es lo que está resaltado precisamente:

Que tengan un buen día ;)