Muchas veces he pensado que la marginalidad de una persona es heredable a sus hijos. No sé si será una cuestión genética, pero de que es heredable es heredable. El asunto viene de que en mi día a día me encuentro con personas que son claramente marginales, algunos de mis clientes -lamentablemente para mí- pertenecen a esta especie. De hecho, uno de mis clientes representa para mí la imagen de la marginalidad en persona.
Casualmente hoy me tocó atender a su esposa y a su hijo. Les comento que para mí todas las personas con las que interactúo, e incluso las que no, representan -como dice Mariale- Casos de Estudio. Estudiando al hijo del individuo en cuestión, noto rasgos marginales caraterísticos de su padre. De repente el modo de hablar no tiene que ver necesariamente con eso, pero el modo de pensar y de expresarse definitivamente sí lo es. Yo ya sabía que el muchacho era marginal, no pensé que al mismo nivel del padre pero parece que estaba equivocado. Es igual de terco, bruto, escaso de neuronas, feo y MARGINAL que su padre.
La verdad es un asunto bastante preocupante, porque la cantidad de marginales en el país va en aumento gracias a la política de nuestro inmundo gobierno de fomentar la marginalidad en todas sus formas.
Debo aclarar que cuando me refiero a marginales no me refiero a personas pobres, de escasos recursos, ni a ningún grupo específico de personas, ni a los trabajadores del campo, ni a los que viven en barrios. En todos esos grupos claro que hay marginales, pero también los hay en las oficinas, en las compañías petroleras, en las PYME's. Porque la marginalidad no depende de cuanto dinero tengas, donde vives ni donde trabajas, es sencillamente una forma de existencia -porque no se le puede llamar vida-. Es un paradigma, una manera de ver tú mundo y el mundo que te rodea.
Este caso de estudio más muchísimos otros que me encuentro en mi día a día me confirman que la marginalidad tiene 2 tipos principales:
Ahora, si se padece del segundo tipo, lamentablemente no hay nada que se pueda hacer, ni los mejores médicos ni psicolocos lograrán curar al individuo porque muy probablemente se sienta a gusto como es, no reconozca el hecho de ser marginal y dirá que su vida es perfecta tal como está. Incluso me atrevo a afirmar que dichas personas no llegarán ni siquiera a leer este post, y si lo leen quedarán con una sensación de incomodidad porque aunque exteriormente lo nieguen, ellos por dentro saben lo que son, y en la mayoría de los casos... la VERDAD... DUELE.
Que tengan un buen día ;)
Casualmente hoy me tocó atender a su esposa y a su hijo. Les comento que para mí todas las personas con las que interactúo, e incluso las que no, representan -como dice Mariale- Casos de Estudio. Estudiando al hijo del individuo en cuestión, noto rasgos marginales caraterísticos de su padre. De repente el modo de hablar no tiene que ver necesariamente con eso, pero el modo de pensar y de expresarse definitivamente sí lo es. Yo ya sabía que el muchacho era marginal, no pensé que al mismo nivel del padre pero parece que estaba equivocado. Es igual de terco, bruto, escaso de neuronas, feo y MARGINAL que su padre.
La verdad es un asunto bastante preocupante, porque la cantidad de marginales en el país va en aumento gracias a la política de nuestro inmundo gobierno de fomentar la marginalidad en todas sus formas.
Debo aclarar que cuando me refiero a marginales no me refiero a personas pobres, de escasos recursos, ni a ningún grupo específico de personas, ni a los trabajadores del campo, ni a los que viven en barrios. En todos esos grupos claro que hay marginales, pero también los hay en las oficinas, en las compañías petroleras, en las PYME's. Porque la marginalidad no depende de cuanto dinero tengas, donde vives ni donde trabajas, es sencillamente una forma de existencia -porque no se le puede llamar vida-. Es un paradigma, una manera de ver tú mundo y el mundo que te rodea.
Este caso de estudio más muchísimos otros que me encuentro en mi día a día me confirman que la marginalidad tiene 2 tipos principales:
- Marginalidad Hereditaria: Aquella que se transmite de padres a hijos, algunas veces dentro de la estructura genética y otras por la crianza, puesto que hay casos comprobados de personas que han sido criadas por terceros -marginales- y adquieren los mismos rasgos marginaloides.
- Marginalidad Adquirida: Aquella que sencillamente la gente escoge como estilo de vida, por voluntad propia y porque le gusta.
Ahora, si se padece del segundo tipo, lamentablemente no hay nada que se pueda hacer, ni los mejores médicos ni psicolocos lograrán curar al individuo porque muy probablemente se sienta a gusto como es, no reconozca el hecho de ser marginal y dirá que su vida es perfecta tal como está. Incluso me atrevo a afirmar que dichas personas no llegarán ni siquiera a leer este post, y si lo leen quedarán con una sensación de incomodidad porque aunque exteriormente lo nieguen, ellos por dentro saben lo que son, y en la mayoría de los casos... la VERDAD... DUELE.
Que tengan un buen día ;)
No hay nada como descargarse escribiendo. La verdad duele es una frase de remate que uso mucho, muy apropiada siempre para los hipocritas.
Muy bueno el post!!!
Luli: es así, la verdad duele, sobre todo a aquellas personas que pretender ser algo que no son. Que pretender meterse camuflajeados en un mundo donde no son positivos, donde no sirven para nada.
Gracias por venir, eres bienvenida.
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