Las relaciones entre los padres (padre y madre) y los hijos (niños y niñas) siempre ha sido algo curioso en lo que indagar. Sobre todo desde que tengo una pequeña. Siempre se ha dicho que los niños tienen preferencia por la madre y las niñas por el padre, dándose incluso los casos del Complejo de Edipo en los niños, y el Complejo de Electra en las niñas. Y si bien estos complejos son ciertos, también es cierto que durante la etapa más temprana de la niñez (cuando son bebés) los padres (hombres) siempre ocupamos el segundo puesto en comparación con la madre, sea niño o niña.

Esto se debe a que existe un nexo invisible pero muy poderoso desde que el niño nace, con su madre y viceversa. Y siendo honestos, después de haber pasado 9 meses formando parte de su ser, abrazando sus entrañas, escuchando todos y cada uno de los latidos de su corazón y sintiendo en segundo grado todo lo que la madre siente es imposible no tener una conexión de semejante envergadura. A su vez es casi imposible que una madre no sienta del mismo modo una conexión con su hijo.

Por eso mismo aunque los padres modernos (no los neardentales de esos que aún hay por allí) estemos pendientes y nos esforcemos en ser padres ejemplares, devotos a sus hijos y entregados a la tarea. No podemos competir con eso. No obstante hay aún más razones por las cuales las madres tienen cierta ventaja, y es que el primer contacto de los bebés (en la mayoría de los casos) es el calor de la madre. Esa sensación de seguridad que tienen cuando son entregados a la cansada y abnegada nueva mamá, que se complementa en el preciso momento en que comienzan a ser amamantados, no tiene comparación.

A riesgo de ser malinterpretado, el hecho de amamantar le da a las madres un punto a favor, ya que no importa lo que los hombres hagamos, el bebé en algún momento va a querer que le den pecho, y NADA, pero NADA puede suplir eso. Ni el tetero, ni el alimento, ni la frutica, ni la papilla... NADA; sencillamente quiere a mamá y punto. Y el hecho de que la mujer le de pecho a su hijo no sólo es mejor para el niño pues es el mejor alimento, sino que además ayuda a fortalecer ese vínculo entre la madre y su hij@. Como dicen por aquí en el pueblo, eso "no tiene padrote".

Si bien se han realizado estudios y está muy discutido el tema de los hombres que amamantan, que si tienen las mismas glándulas que las mujeres, que pueden ser sustitutos, que si es moral o no (esto es lo peor)... eso es tema para otro post. Sólo les dejo claro que yo no lo hago, no por razones morales ni religiosas ni nada, sencillamente no lo hago, creo que mi mente no es tan abierta como pensaba después de todo... quizás después, con otro hijo, no sé.

Ahora, sí me hago cargo de mi hija, de hecho mientras escribo la estoy cuidando, se acaba de dormir. Su madre comenzó a trabajar y no tengo nadie que la cuide pues soy bastante desconfiado en ese aspecto. Tiene 7 meses y la verdad es un asunto complicado dejarla en manos de cualquier otra persona. Aprovecho que mi trabajo es independiente y no tengo que cumplir horarios para cuidarla pues para algo soy su padre. Pero precisamente eso me impulsó a escribir este post. Yo la cuido, la baño, la limpio, juego con ella, le doy la comida que yo le preparo, le hago compotas caseras (pues son mejores que las compradas y más sabrosas), si tengo que ir cerca me la llevo y muchas otras cosas.

El problema viene cuando se quiere dormir, pues antes estaba un poco acostumbrada a dormirse mamando del pecho de su madre. Entonces, como yo no puedo (o no quiero) hacer eso, se presenta el inconveniente pues a pesar de tener sueño ella NO QUIERE dormirse. Esta situación me llevo a pensar en una forma de poder crear un vínculo más fuerte con ella y además de dormirla con más facilidad. ¿Qué hacer?, pues se me ocurrió una idea basándome en algo que hacía cuando estaba más chiquita.

A veces cuando se ponía muy inquieta empezaba a tararearle canciones variadas, algunas lograban tranquilizarla y otras le resbalaban. Al principio su favorita era "La pantera rosa" (que loco no?), se quedaba absorta viéndome tararear esa musiquita, pero al tiempo ya eso no era suficiente. Ahora, cuando quiero dormirla he descubierto que pasearla y tararear El Danubio Azul sirve para que se quede tranquila (le gusta mucho esa canción) y además al rato comienza a pestañear y... bingo! se duerme. Pero no sólo eso, sino que además tengo como beneficio que comparto con ella esos minutos en los cuales, acurrucada en mi pecho mientras camino de un lado a otro, me mira fijamente mientras le tarareo y es una sensación increíble, siento que tengo mi propio vínculo con ella, parecido pero diferente al que tiene con su madre cuando le amamanta. Es decir, que ahora tengo algo que compartir con ella que es exclusivamente de nosotros, pues resulta que cuando su madre trata de hacerlo no es igual. QUE GENIAL!!!

Desde que supe que iba a ser padre, e incluso desde antes, yo quería una hija, niña, hembra. Pues siempre he visto que se llevan mejor con los papás, tienen ese cariño especial hacia los mismos. Una vez en un "Centro Comercial" se lo comenté a mi esposa cuando estaba embarazada porque una niña que estaba cerca de nosotros se cayó, y a pesar de tener a la mamá a 2 pasos prefirió correr con la mamá detrás en dirección al papá diciendo entre llantos "papá, papá, papá...", nos reímos pero eso se quedo grabado en mi mente. Las niñas buscan protección y la encuentran más a menudo con los papás. Además de eso, en mi familia somos 3 hermanos varones y yo quería experimentar cómo era tener una hembrita, una niña para cuidar, proteger y consentir. Yo sé que dentro de unos 15 años o menos comenzaré a tener "dolores de cabeza" por haber obtenido lo que deseé, pero todos los momentos que vivo con ella hacen que valgan la pena. Sin contar que creo en el hecho de que una buena educación nos ahorrará varios de esos "dolores de cabeza" en el futuro.

Para finalizar aclaro que todo esto que he comentado se refiere a mi experiencia personal, y sé que parte de lo que he dicho no se aplica en todos los hogares, por lamentable que sea. Existen los desgraciados, malditos imbéciles, animales... en fin, esas "cosas" que por el contrario maltratan a sus hij@s. Pero como me gusta hablar de la gente y no los considero tal cosa, los estoy omitiendo para que mi post quede más chévere y no amargar tanto una historia como la que les cuento.

Que tengan un buen día ;)