Cuando hablo de amargura entiéndase que no me refiero al hecho de que ciertos alimentos resulten amargos al paladar, sino a una especie de estado de ánimo temporal en el cual un individuo se encuentra especialmente sensible a determinadas circunstancias que le hacen responder de forma brusca, enojada, alterada, o similar ante las mismas. En otras palabras, es cuando una persona está AMARGADA. ¿Se han topado alguna vez con una de estas? Seguro que sí, hasta me atrevo a afirmar que en determinadas ocasiones (o con frecuencia dependiendo del caso), has sido ustedes los amargados. Yo lo he sido...
La amargura viene a ser una especie de enfermedad psicosocial que convierte a un individuo normal y corriente en un ser extremedamente susceptible ante casi todo lo que se le presenta en la vida. Cosas como un café con una temperatura inadecuada pueden encender los malos humores de un individuo amargado en cuestión de segundos, y cosas por el estilo; en sí, eso es un amargado. Existen personas amargadas debido a que sufren ciertos trastornos ya sea psicológicos u hormonales.
Pero existen a mi parecer otra especie de individuos "amargados", que son aquellos que por elección (aunque dudo que lleguen a admitirlo) se vuelven sensibles y susceptibles ante su cotidianidad o aquellas cosas que no encajan con su patrón. Por ejemplo, si es una persona ordenada y su pareja deja algo fuera de sitio responde agresivamente (verbal o físicamente) en vez de platicarlo sencillamente.
Estos individuos parecen vivir en una constante batalla contra todo el mundo, en la casa, la oficina, el transporte, las vacaciones, etc. Teniendo como resultado un nivel de estrés muy elevado que conlleva a que empeoren su estado, pero todo esto, repito, por elección. Ellos pasan la gran parte del tiempo con su humor fácilmente excitable y es a veces difícil verlos alegres y contentos.
¿Por qué escribo hoy sobre esto?, porque como comenté al principio, me he topado con ciertos casos en estos días de gente muy amargada, situaciones simples que se convierten en batallas, todo por el estrés y la amargura. Incluyéndome han habido algunos momentos en los que cualquier tontería, por insignificante que fuera, llegaba a molestar.
No me gusta ese estado, y durante mucho tiempo he luchado contra ese virus que nos aqueja, porque es fácil caer en las garras de la amargura y buscar luego justificación en el estrés laboral, en que falta el dinero y todo eso. No digo que esas cosas no causen presión, pero existen formas de combatir esas presiones a fin de evitar que se convierta en un estrés del tipo "me pone amargado". Hay que buscar las maneras de filtrar esas emociones, dominarlas para evitar que causen un perjuicio grave a nuestra persona y a los que nos rodean. Siendo honestos ¿han visto alguna vez a un amargado que llegue a anciano rodeado de muchos amigos? yo NO.
Hay cosas que pueden molestarnos, porque no nos gustan, porque nos causan mal o por otras razones. Pero hay un momento en el que dejamos que esas cosas nos alteren al punto de amargarnos y se allí donde debemos colocar el filtro mental, para evitar que se convierta el algo tan desagradable que nos amargue. Repito, últimamente yo mismo he estado muy susceptible a ciertas cosas, y por ello, reflexionando al respecto, he decidido poner de mi parte para no caer en el juego y convertirme en aquello que siempre critiqué. Mi padre (ya fallecido) era una persona de un carácter amable y tranquilo, pero el estrés laboral siempre lograba ponerlo un poco amargado, al punto de que un vaso fuera de sitio encendía su mal humor (y que conste que mi casa siempre ha sido un desastre así que ustedes me dirán...). Luego, cuando se calmaba muchas veces se disculpaba por haber perdido los estribos, a lo que yo muchas veces le decía que era mejor mantener la calma y hablar las cosas con serenidad. Nunca fue violento, de golpear a ninguno de nosotros, jamás mi padre hizo tal cosa, pero a veces sinceramente hubiera preferido recibir un golpe que calarme su mal humor. Ahora puedo entenderlo un poco mejor, no lo justifico, aunque entiendo porque caía en ese estado con más facilidad. No soy como él hoy en día en ese aspecto, pero si no pongo el filtro, si no mantengo mi mente enfocada en ser una persona libre de amargura, tal vez, cuando tenga esa edad que él tenía cuando sucedían esas cosas, pudiera serlo y no quiero.
Y es que en conclusión, la amargura es una actitud ante la vida, y los individuos que la escogen son, sin duda alguna, los amargados. Yo los compadezco, y por ello no pretendo seguirles los pasos. Es mejor reflexionar... a tiempo.
Sonreír, es más bonito y más saludable... agarren ahí... jajaja ;)
Que tengan un buen día ;)
La amargura viene a ser una especie de enfermedad psicosocial que convierte a un individuo normal y corriente en un ser extremedamente susceptible ante casi todo lo que se le presenta en la vida. Cosas como un café con una temperatura inadecuada pueden encender los malos humores de un individuo amargado en cuestión de segundos, y cosas por el estilo; en sí, eso es un amargado. Existen personas amargadas debido a que sufren ciertos trastornos ya sea psicológicos u hormonales.
Pero existen a mi parecer otra especie de individuos "amargados", que son aquellos que por elección (aunque dudo que lleguen a admitirlo) se vuelven sensibles y susceptibles ante su cotidianidad o aquellas cosas que no encajan con su patrón. Por ejemplo, si es una persona ordenada y su pareja deja algo fuera de sitio responde agresivamente (verbal o físicamente) en vez de platicarlo sencillamente.
Estos individuos parecen vivir en una constante batalla contra todo el mundo, en la casa, la oficina, el transporte, las vacaciones, etc. Teniendo como resultado un nivel de estrés muy elevado que conlleva a que empeoren su estado, pero todo esto, repito, por elección. Ellos pasan la gran parte del tiempo con su humor fácilmente excitable y es a veces difícil verlos alegres y contentos.
¿Por qué escribo hoy sobre esto?, porque como comenté al principio, me he topado con ciertos casos en estos días de gente muy amargada, situaciones simples que se convierten en batallas, todo por el estrés y la amargura. Incluyéndome han habido algunos momentos en los que cualquier tontería, por insignificante que fuera, llegaba a molestar.
No me gusta ese estado, y durante mucho tiempo he luchado contra ese virus que nos aqueja, porque es fácil caer en las garras de la amargura y buscar luego justificación en el estrés laboral, en que falta el dinero y todo eso. No digo que esas cosas no causen presión, pero existen formas de combatir esas presiones a fin de evitar que se convierta en un estrés del tipo "me pone amargado". Hay que buscar las maneras de filtrar esas emociones, dominarlas para evitar que causen un perjuicio grave a nuestra persona y a los que nos rodean. Siendo honestos ¿han visto alguna vez a un amargado que llegue a anciano rodeado de muchos amigos? yo NO.
Hay cosas que pueden molestarnos, porque no nos gustan, porque nos causan mal o por otras razones. Pero hay un momento en el que dejamos que esas cosas nos alteren al punto de amargarnos y se allí donde debemos colocar el filtro mental, para evitar que se convierta el algo tan desagradable que nos amargue. Repito, últimamente yo mismo he estado muy susceptible a ciertas cosas, y por ello, reflexionando al respecto, he decidido poner de mi parte para no caer en el juego y convertirme en aquello que siempre critiqué. Mi padre (ya fallecido) era una persona de un carácter amable y tranquilo, pero el estrés laboral siempre lograba ponerlo un poco amargado, al punto de que un vaso fuera de sitio encendía su mal humor (y que conste que mi casa siempre ha sido un desastre así que ustedes me dirán...). Luego, cuando se calmaba muchas veces se disculpaba por haber perdido los estribos, a lo que yo muchas veces le decía que era mejor mantener la calma y hablar las cosas con serenidad. Nunca fue violento, de golpear a ninguno de nosotros, jamás mi padre hizo tal cosa, pero a veces sinceramente hubiera preferido recibir un golpe que calarme su mal humor. Ahora puedo entenderlo un poco mejor, no lo justifico, aunque entiendo porque caía en ese estado con más facilidad. No soy como él hoy en día en ese aspecto, pero si no pongo el filtro, si no mantengo mi mente enfocada en ser una persona libre de amargura, tal vez, cuando tenga esa edad que él tenía cuando sucedían esas cosas, pudiera serlo y no quiero.
Y es que en conclusión, la amargura es una actitud ante la vida, y los individuos que la escogen son, sin duda alguna, los amargados. Yo los compadezco, y por ello no pretendo seguirles los pasos. Es mejor reflexionar... a tiempo.
Sonreír, es más bonito y más saludable... agarren ahí... jajaja ;)
Que tengan un buen día ;)
muy de acuerdo contigo en eso de que la gente se amarga por eleccion...
Sonreir es mas facil y nos mantiene jovenes... saludos y feliz fin de semana
si... tienes mucha razon.
en donde yo me manejo, me consigo mucha gente con esa particularidad, que vienen y andan con la gran cara de culo que no se les puede decir ni hacer nada, peor es que pueden pegarte su amargura y crear una cadena bien arrecha de gritos, agresiones e insultos, se ve a cada rato, tanto por trabajo política y demás.
yo debo admitir, no tengo mal caracter, lo tengo de la reputisima madre, me ha costado mucho medio controlarlo pero ahi voy...
de tema para que trates, te recomiendo uno que debes ver, los amargados felices, aquellos seres humanos que andan por alli con cara de que les va bien, y nada andan de lo peor, de seguro te vas a encontrar a algunos por alli...
Saludos chamo, buen post...
Bueno, está la amargura "porque sí", porque esa persona desde que nació tiene mal carácter. Pero está el que por algún motivo entra en un estado de eterna amargura. Conozco a muchos que no tienen una pareja estable hace siglos,o que viven al margen de la sociedad porque no soportan a la gente feliz. Ojo, no los escuso, pero aunque estamos claros de que es una escogencia personal el vivir amargado, hay personas que lo usan como "defensa". Vaya, es un tema para escribir un blog entero, excelente artículo.
Amargura, terrible palabra.
Yo la esquivo lo que puedo, y raramente me entra, pero de que me entra me entra a veces no lo puedo evitar
Salud
La amargura dice un libro por ahí, es el pecado mas contagioso y es una pesadez malisima!... cuando se mezclan con la rabieta es una Bomba que nadie soporta!
Así que llevemos la vida happy o por lo menos estando AGRIDULCES... xD
Saludos,
Maie: Igualmente para ti. Con esa gente no se puede, hay que tratar de evitarlos y de evitar ser así. Saludos...
Ernesto: Esos son casos distintos, no son amargados como tales, sino reprimidos, hasta hipócritas, tampoco valen mucho la pena en muchas ocasiones. Yo tengo un genio que puede ser muy bueno, pero también muy malo, por eso trato de controlarlo. Como dice Maie, sonreír es más fácil y nos mantiene jóvenes.
Gilberto: Es un tema muy complejo por las variantes que tiene. Pero sencillamente explicado es una elección, en todo caso, o una debilidad por no poder controlarlo. Las excusas vienen de allí, de la incapacidad de controlar la propia amargura, entonces es más fácil poner excusas para "explicar" el porqué del asunto. Gracias.
Genín: A veces es inevitable, porque no todos los días tenemos la misma fortaleza para evitar esas cosas que son malas y desagradables, pero hacer el esfuerzo por controlarlo es importante. Igualmente, Salud!
Ram: Amargura+Rabieta = soledad absoluta. Agridulce sería una definición apropiada para mí jajaja.
Saludos a todos...
había leído esto en su momento pero no comente...reconozco que soy un poco amarga...aunque no se si esa sería una definición correcta, o más bien un poco obstinada y volátil (como dicen en nuestro pueblo una panita de aluminio jajaja)pero si tienes razón eso aleja un poco a la gente...pero quien no te acepta como eres que se vaya pa la mierrrr
saludos dios de los blog...
Blue: obstinada y volátil... mmm... bueno se parece un poco... jajaja. El punto es que si bien, el que no te acepta como eres no tiene cabida, otra es alejar a la gente. Porque hay veces en que alguien te puede aceptar por lo que eres, pero nadie aguanta a las personas amargadas. Por ejemplo, si yo ando con alguien que ese día está amargado sencillamente le digo "mejor tú por tu lado y yo por el mío, cuando estés de mejor humor, hablamos... punto" así evito problemas porque si se cruzan los ánimos de esa persona con los míos... ARDE TROYA!!! jajaja
En todo caso, por nuestra salud y la de los demás, es mejor controlar un poco el humor.
Saludos chica, pórtate mal pero hazlo bien! Feliz fin de semana.